“No es justo que no se haya convocado un alto el fuego, que miles de civiles estén muriendo y nadie diga nada,”, afirmó Samia Orosemane, comediante francesa que se unió a las manifestaciones en favor de la población civil en la Franja de Gaza, criticando también que en un país “de derechos humanos” los ciudadanos se vean impedidos a manifestarse por la fuerza pública.
A pesar de la prohibición, que fue ratificada por un juzgado administrativo el pasado 28 de octubre, entre los manifestantes se encontraban algunos políticos y parlamentarios de la izquierda francesa.
Entretanto, en las calles de Londres también se vieron banderas palestinas este fin de semana, cuando decenas de ciudadanos capitalinos exigieron a la Administración del primer ministro británico, Rishi Sunnak, exigir a Israel un cese definitivo a las hostilidades en el enclave palestino, en lugar de su postura actual que vela por “pausas humanitarias” en el conflicto para que pueda entrar la ayuda a los civiles en Gaza.
“Las superpotencias en juego no están haciendo lo suficiente en este momento. Por eso estamos aquí: pedimos un alto el fuego, pedimos los derechos palestinos, el derecho a existir, a vivir, los derechos humanos, todos nuestros derechos,”, sentenció Camille Revuelta, una de las inconformes que participó en la manifestación del pasado 28 de octubre.
Ya en un país del llamado ‘mundo árabe’, los habitantes de Beirut, capital libanesa, también salieron a condenar el “genocidio israelí” en la Franja de Gaza, haciendo un llamado a los demás Estados del Medio Oriente a unirse en solidaridad al pueblo palestino, resaltando el rol que Egipto podría tener en la situación.
“A Egipto le decimos que hoy tiene la mejor oportunidad de recuperar el liderazgo del mundo árabe e islámico adoptando una postura clara y audaz”, expresó Omar Haymour, vicesecretario del grupo islámico Jamaa Islamiya.
