Al igual que en el resto de las reparticiones, las nuevas autoridades de la Secretaría de Transporte encontraron al organismo en un estado de abandono, con ausencia de documentación clave y sin información en todas las áreas bajo su órbita. Hay un ejemplo claro: en el ente que administra la terminal de ómnibus de San Luis (EDIRO), detectaron irregularidades en los procesos de contratación, a lo que se suma un déficit corriente de más de $18 millones mensuales, un hecho gravoso en una provincia que está fundida.
En las reuniones participaron representantes de las jurisdicciones municipales y propietarios de las empresas María del Rosario, Panaholma, Grupo RM, Polo Sur, Panamericana, Blanca Paloma y Transpuntano. Cabe recordar que las que cubren los tramos interurbanos están circulando con un diagrama de emergencia, con menos servicios, debido a que el gobierno anterior no cumplió con sus compromisos. Además, Cianchino recibió a representantes de la Unión Tranviaria Argentina (UTA) para conocer la realidad de los trabajadores.
Es relevante subrayar que todos los referentes del sector expresaron su disconformidad e indignación ante la falta de atención por parte de la gestión anterior hacia demandas de gran impacto social.