El portal El Chorrillero informó ayer que el Superior Tribunal de Justicia fijó fecha para el segundo juicio oral, que sería a partir del 15 de abril de este año.
Romina Aguilar fue asesinada en las primeras horas de la mañana del sábado 30 de enero de 2016 en la puerta de su casa de la ciudad de San Luis, en el barrio FAECAP, tras ser atacada por dos hombres que circulaban en moto: uno de ellos acribilló -sin mediar palabra- a la mujer del Intendente de La calera, Diego Lorenzetti.
Esa mañana se iba a La Calera, donde cursaba el Plan PIE y con eso buscaba cerrar una etapa en su vida. Todo quedó frustrado cuando fue interceptada en el ingreso a su vivienda.
Una sola testigo pudo dar cuenta de lo que pasó. Un hombre armado fue el autor de los dos disparos que la llevaron a la muerte. Otro lo esperaba en una moto y una vez que cumplieron el cometido, se dieron a la fuga. La mujer agonizó durante unos minutos en el lugar.
“Yo vivía al frente, era vecina. Aproximadamente a las 6 y 20 de la mañana escuché un ruido muy fuerte. Entonces me asomé por la ventana a mirar. Vi a una chica y un hombre. Y apareció una moto. Le dijo ‘dale’. El chico que iba atrás de la chica le apuntó con un arma y le disparó”, describió Eugenia Núñez en el debate oral.
Otros jóvenes que vivían con ella no vieron el ataque, pero sí fueron los que socorrieron a Aguilar y llamaron a emergencias.
Entre el 29 de febrero y el 31 de marzo de ese año, detuvieron a los tres sospechosos del hecho. Edivaldo de Oliveira Pereira, Leandro Vílchez y el viudo de Romina, Diego Lorenzetti.
La Justicia indicó que el primero había incriminado a los otros dos. La versión era que Lorenzetti encargó el crimen de su esposa. Y para eso, había pagado una suma de dinero.
En diciembre de 2019 comenzó el debate oral contra los tres imputados. El proceso se vio demorado por la pandemia de Coronavirus. Se desarrollaron 20 audiencias donde pasaron más de 60 testigos.
Los acusados negaron su participación en el hecho. Ante el Tribunal presidido por José Luis Flores, de Oliveira Pereira aseguró que había sido presionado y torturado para que se hiciera responsable del hecho.
En julio de 2020, los jueces absolvieron a Lorenzetti por el beneficio de la duda, mientras que condenaron a 22 años de prisión a de Oliveira Pereira y Vílchez.
Sin embargo, la causa no culminó ahí. Hubo apelaciones de la Fiscalía y de las defensas de los condenados. A raíz de eso, el Superior Tribunal de Justicia decidió en octubre de 2021 anular la sentencia y convocar a un nuevo debate oral.
Esto también generó que la defensa de Lorenzetti, a cargo de Marcos Juárez hiciera una presentación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), que aún no se resuelve.
Por el fallo del Superior Tribunal, en marzo de 2022 de Oliveira Pereira y Vílchez recuperaron la libertad bajo fianza.
La última novedad que recibieron de la Justicia fue la convocatoria a un segundo juicio, que será desde el 15 de abril. Sin embargo, el abogado de Lorenzetti planteó que esto no podría concretarse hasta que resuelva la CSJN.
“Vamos a presentar un pedido de suspensión acompañando todas y cada una de las copias y el estado actual de la presentación ante la Corte Suprema”, adelantó a El Chorrillero.
Juárez consideró que es un procedimiento irregular: “Si el Tribunal Superior hubiera advertido que en la sentencia había algún tipo de arbitrariedad, tendrían que haberla casado y hecho las modificaciones que correspondían. El hecho de enviar a un nuevo debate de alguna manera está direccionando hacia una sentencia distinta a la absolutoria, es decir, condenatoria”.
“Creo que a esta altura con tantos años que han pasado, nunca vamos a saber la verdad. Como dice el famosos refrán ‘tiempo que pasa, verdad que huye’. La verdad ha huido hace bastante tiempo. Es imposible reconstruir conceptualmente un hecho que ocurrió hace tantos años”, sostuvo Juárez.
“Es como si hubiera sido ayer para mí”, de esa manera recuerda Hernán el trágico día donde le arrebataron la vida a su mamá. Hoy, a poco de cumplir 24 años, reconoce que sigue “esperando a ver qué se resuelve” en la Justicia.
El joven lamentó la resolución del Superior Tribunal: “Nos cayó medio mal. Primero nos habían parecido pocos los años que dieron de pena, pero bueno, por lo menos pensamos que se había hecho justicia, que dos personas estaban pagando y después nos cayó un poco mal eso y que hayan salido en libertad”.
Hernán, transmitió que desde ese 30 de enero nada es igual. “Todos los días que han pasado, siempre en el día, en algún momento, me acuerdo de ella. Cuando voy a hacer algo, por ahí cuando voy a algún lugar me acuerdo que ella me llevó, cuando me compro algo me acuerdo que me lo compraba ella y cosas así. Siempre, en algún momento me acuerdo de ella”, expresó.
El hijo de Romina, que hoy sigue ratificando la inocencia de su padre, tiene un solo deseo “que sea de justicia y que alguien pague lo que se hizo”.
Sin embargo, ocho años después, el homicidio de Romina Aguilar sigue impune. Se cumple un nuevo aniversario donde no hay detenidos por el hecho y donde la Justicia, no es justa.
Fuente: La Posta de San Luis.