La inseguridad en Chile no es algo nuevo y muchos de los que van a visitar al país vecino son objetivo de robos y ataques. En este caso, una familia fue víctima de este tipo de delito que genera pánico por la rapidez con la actúan los asaltantes.
En este caso, según explicó una de los damnificados, el mecanismo de robo consiste en el uso de «miguelitos» para pinchar las ruedas del auto. Luego, los persiguen, los acorralan y los asaltan.
“Cuando estábamos esperando en el semáforo de las vías, escuché un ruido en el auto y aproximadamente a los 10 kilómetros, sentimos el ruido de una cubierta que se había pinchado”, comenzó explicando la damnificada.
Continuando con el tema, agregó: “Estábamos en plena ruta. Nos bajamos a ver qué había pasado y la rueda estaba pinchada. Cuando nos estábamos bajando, al segundo se paró un auto blanco delante de nosotros, venían 3 personas y se acercaron a ayudarnos a cambiar la rueda”.
“Cuando nos empiezan a ayudar, yo veo que viene otro auto gris donde se bajan más personas y ahí es cuando nos robaron. Se llevaron carteras, celulares. Fueron muy rápidos. Después de eso, nos quedamos varados. Pedimos auxilio a la gente que pasaba por ahí pero nadie nos ayudó”, sentenció y agregó: “Eran 5 personas las que nos asaltaron y venían en diferentes autos. Nos superaban en número. Eran personas de 30 años aproximadamente, estaban bien vestidos y al principio se acercaron muy amablemente a ayudarnos».
En detalle de todo lo que se llevaron, dijo: “Nos robaron 3 carteras, que contenían plata, celulares, documentos, medicamentos, entre otras cosas. Toda la plata del viaje estaba ahí, en dólares, pesos chilenos y argentinos”.
Con respecto a si fueron agredidos físicamente, destacó: “Gracias a Dios estamos bien. Somos conscientes que pudo haber salido muy mal todo así que estamos agradecidos que estamos bien de salud”.
Por otro lado, comentó que se tuvieron que volver al país y no poder disfrutar de sus vacaciones, ya que los habían dejado sin nada: “Una vez que pasamos la frontera y estuvimos en suelo argentino fue un alivio inexplicable. (…) Me sentía asustada y me daba rabia que nadie nos quería ayudar. Inclusive me daba la sensación que era a propósito, por ser argentinos justamente. En la aduana argentina, nos comentaron que estos robos suceden muy seguido últimamente y con la misma modalidad”, enfatizó.