El presidente Javier Milei participará este mediodía del acto que se llevará a cabo en el área militar del Aeroparque Metropolitano, en el que se firmará un convenio con el Gobierno de los Estados Unidos para la entrega de un avión Hércules C 130 a la Fuerza Aérea Argentina. Estarán allí la general del Comando Sur, Laura Richardson, quien desde el martes por la noche se encuentra en Argentina, y el ministro de Defensa argentino, Luis Petri.
El encuentro será apenas unas horas después del viaje relámpago de Milei a Ushuaia, donde también estuvo con Richardson y anunció que se construirá una base naval junto a los Estados Unidos en la capital de Tierra del Fuego como una muestra más de que la alianza estratégica entre ambos países avanza con una agenda bilateral intensa.
“Estamos aquí para ratificar nuestro esfuerzo en el desarrollo de nuestra base naval integrada. Se trata de un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco. Esta obra nos permitirá desarrollar la economía local, brindar un servicio logístico que permita las reparaciones y apoyo a los cruceros de buques comerciales que operan en el Atlántico Sur”, manifestó el Presidente poco después de la medianoche en Ushuaia.
Richardson, quien hoy culmina su viaje por Argentina, había advertido ante el Capitolio sobre las intenciones de China en la construcción de un puerto multipropósito en Río Grande, la segunda ciudad fueguina en importancia, cuyo destino sería monitorear el paso bioceánico y tener un control sobre la entrada de la Antártida.
“Más allá de los vaivenes políticos y diplomáticos que han tenido los gobiernos de distintos signos políticos, tanto aquí como allá, los argentinos, como pueblo tenemos una afinidad natural con los Estados Unidos. Ambos pertenecemos a la tradición occidental, con una cultura, una historia política y una forma de vivir en sociedad en buena parte compartida”, señaló el jefe de Estado en otro tramo de su discurso.
Durante esta visita el Gobierno argentino dio varias señales de su acercamiento a Estados Unidos y de sus propósitos acerca de China, que en los últimos años intentó ampliar su influencia en América Latina.
El martes, una alta fuente de la Casa Rosada, le había confiado a Infobae que el Ejecutivo analizaba la posibilidad de pedir una inspección técnica para ingresar a la base espacial china que está emplazada en Neuquén, en un predió de más de 200 hectáreas en la localidad de Bajada del Agrio, a la vera de la ruta provincial 33.
Esa base, que se empezó a construir en 2014 bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y que se terminó en 2017, fue erigida en un terreno que el gobierno de Neuquén le cedió a China por un lapso de 50 años. Desde que comenzó a funcionar circularon algunas versiones sobre los verdaderos objetivos de fondo que China tiene en la estación de Neuquén con una antena que podría tener uso dual (pacífico y militar). Sobre todo desde Estados Unidos sospechan que podría tener capacidad de intercepción de satélites y que las instalaciones están controladas por una agencia espacial que reporta a los mandos militares de Xi Jinping.
La general responsable del Comando Sur que se ocupa de toda la planificación de contingencia, las operaciones, y la cooperación de seguridad para América Central y del Sur, el Caribe, estuvo el miércoles en la Casa Rosada donde fue recibida por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y por el ministro Petri.
El jueves Richardson se trasladó a Ushuaia donde visitó la base naval de esa ciudad. La llegada de Milei fue un tanto sorpresiva, pero acompañado por su ministro del Interior, Guillermo Francos, el jefe de Gabinete Posse y la secretaria General de la Presidencia, su hermana Karina, protagonizaron un acto junto a la militar estadounidense luego de recorrer 2.350 kilómetros. En esa actividad se escucharon los acordes del himno estadounidense y se entonó la Marcha de las Malvinas.
El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, alineado con el kirchnerismo se negó a recibir a la misión militar de Estados Unidos y repudió su presencia.