Un sismo de magnitud 4,8 sacudió la costa este de Estados Unidos la mañana del viernes, generando alarma y causando que los edificios se remecieran desde Maryland hasta Maine, incluyendo importantes ciudades como Nueva York, Nueva Jersey, Filadelfia y Connecticut. El epicentro del terremoto se ubicó cerca de Whitehouse Station, Nueva Jersey, cerca de las 10:30 horas, según reportó el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
Esta actividad sísmica no es común en el noreste del país, destacando que es el sismo más fuerte en esta región desde el registrado en Buffalo, Nueva York, de magnitud 3,8 (3.8) en febrero de 2023, el más intenso en 40 años.
En respuesta inmediata, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, afirmó que su equipo estaba evaluando los impactos y posibles daños, prometiendo actualizaciones a lo largo del día. “Mi equipo está evaluando los impactos y cualquier daño que pueda haber ocurrido”, manifestó en X.
Por su parte, el alcalde adjunto de Nueva York, Fabien Levy, señaló que no se reportaron impactos mayores en la ciudad. Del lado de Nueva Jersey, el gobernador Phil Murphy activó el centro de operaciones de emergencia del estado, instando a la población a utilizar la línea de emergencia 911 solo para situaciones críticas.
La Autoridad Portuaria de Transporte de PATCO, que opera una ruta de tránsito rápido entre Pensilvania y Nueva Jersey, suspendió sus servicios para realizar inspecciones de seguridad en la infraestructura, sin especificar un marco temporal para la reanudación del servicio. De forma similar, aunque la Autoridad de Transporte Metropolitano de Nueva York (MTA) no reportó impactos directos en su servicio, equipos están siendo desplegados para inspecciones detalladas de las líneas ferroviarias.
Entre tanto, los aeropuertos internacionales John F. Kennedy, en Nueva York, Newark Liberty, en Nueva Jersey, y Washington International Thurgood Marshall realizaron paros en tierra mientras se inspeccionaban las pistas en busca de daños. La empresa de energía Con Edison comunicó que no hubo reportes de cortes o daños atribuibles al sismo.
A pesar del susto inicial y la movilización de servicios de emergencia y evaluación de infraestructuras críticas, no se reportaron heridas inmediatas. El Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) y la oficina del alcalde de Nueva York confirmaron la ausencia de reportes iniciales de daños significativos, aunque las evaluaciones de impacto continúan.
Este evento resaltó la importancia de la preparación y respuesta rápida ante terremotos en áreas no tradicionalmente asociadas con alta actividad sísmica. El sismo del viernes sirve como recordatorio de la imprevisibilidad de estos desastres naturales y la necesidad de mantener protocolos de emergencia actualizados y efectivos.
Mientras tanto, el alcalde Eric Adams fue informado sobre el sismo, indicando que aún se evaluaban los impactos. Este temblor se suma a otros que, aunque raros en el Noreste, se han sentido en años anteriores, como los ocurridos el año pasado y el notable terremoto de magnitud 5.8 en Virginia en 2011, que afectó incluso a Manhattan. El incidente más significativo registrado en la ciudad ocurrió en 1884, bajo Coney Island, con una magnitud de 5.2, según reportó New York Times.
La ciudad de Nueva York emitió una alerta de emergencia tras el terremoto de magnitud 4,7. Donde se instaba a los residentes a permanecer en sus casas y contactar al 911 en caso de lesiones. Existe la posibilidad de réplicas, lo que subraya la importancia de mantenerse alerta, decía el comunicado.
A las 11:02 de la mañana, los neoyorquinos recibieron una alerta de emergencia en sus teléfonos, acompañada de un pitido. La alerta advirtió sobre un terremoto e instó a la población a permanecer en interiores y a llamar al 911 en caso de heridas.
Por su parte, el presidente Joe Biden ha sido informado sobre el terremoto y se encuentra monitoreando los posibles impactos, anunció la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a través de una publicación en X. La Casa Blanca está en contacto con oficiales federales, estatales y locales para obtener más información sobre el suceso.
Las escuelas públicas de Nueva York no informaron de signos inmediatos de daños o edificios comprometidos, dijo Nathaniel Styer, un portavoz. “El lugar más seguro para nuestros niños en este momento es en nuestras escuelas, las escuelas están operando con normalidad”, reportó The New York Times.