El gobernador Claudio Poggi firmó este viernes a primera hora el decreto de promulgación de la ley que lo autoriza a vender el inmueble que funciona como la Casa de San Luis en Buenos Aires, un enorme y costoso edificio ubicado en Recoleta. La aprobación de la ley la dio la Cámara de Senadores el martes pasado, luego de que Diputados le hubiera dado media sanción previamente. El proceso terminará en diciembre, cuando el edificio sea subastado en un acto público.
Poggi manifestó que el inmueble cumplió un papel importante en su momento, pero en los tiempos actuales su inmensidad implicaba gastos de mantenimiento que exceden las posibilidades de una economía exhausta como la que le dejó la administración anterior. “Dejó de ser funcional para el sanluiseño. Seguramente muy pocos conocen el espacio, ya no está cumpliendo el rol para el cual se construyó”, señaló.
La casona está ubicada en Azcuénaga 1087, en el corazón del barrio de Recoleta, una de las zonas más lujosas de CABA. La inversión destinada a sostener sus más de 1.400 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos, con ascensores y múltiples salas de reuniones, constituía un precio demasiado elevado para las prestaciones poco productivas que le podía ofrecer a la comunidad de San Luis.
Poggi aseguró que el proyecto contempla la búsqueda de un nuevo inmueble, más funcional y mejor ubicado para que los sanluiseños puedan realizar trámites y la Provincia promocionar sus bellezas. Además, el dinero obtenido será reorientado inmediatamente a tareas de refacción del hospital ‘Juan Domingo Perón’ de Villa Mercedes, para volver a colocar en el lugar que merece a uno de los centros sanitarios más importantes del sistema.
“Lamentablemente el hospital fue azotado por una tormenta de granizo y el gobierno anterior no hizo nada para arreglarlo. Organizó fiestas en la Calle Angosta, una Feria Industrial que costó cientos de millones de pesos y poco más”, argumentó el Jefe de Estado, quien recordó su anterior visita al hospital en diciembre pasado, momento en que tomó la decisión de revertir el pésimo estado en el que lo encontró.
Cuando asumió el Ejecutivo, y ante un panorama de suma complejidad desde lo financiero, una de las medidas iniciales por las que apostó Poggi fue la de “sacarnos de encima cosas que hoy ya no son de utilidad, ser un poco más austeros para poder priorizar los problemas que necesitamos solucionar”. Por eso, este decreto de promulgación también es una apuesta del Gobierno para continuar fortaleciendo un sistema de salud pública que encontró descuidado y sin inversión.
