El gobernador Claudio Poggi participó junto a directivos, docentes, alumnos y padres de la Escuela N°2 de la ciudad capital del emplazamiento del busto del primer presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Bernardino Rivadavia, en la institución de calle Ayacucho. La obra, que ha sido trasladada en varias ocasiones, encontró su hogar en esta escuela, simbolizando la gratitud y el compromiso con los ideales que representó.
La escuela, que cuenta con una matrícula de 728 alumnos, rindió homenaje a Rivadavia y su legado, destacando su importancia en la historia argentina.
El acto comenzó con la entrada de las banderas de ceremonia y la entonación del Himno Nacional Argentino. “Recién mencionaban al busto como la esfinge errática de la provincia, que esperemos encuentre su lugar acá, en la casa que lleva su nombre. Eso es lo importante, el momento que estábamos buscando, darle un lugar definitivo”, contó el director de la escuela, Edgardo Osman Escobar.
Luego, el gobernador Poggi, el ministro de Educación, Guillermo Araujo, el intendente de la capital, Gastón Hissa, y el director de la escuela descubrieron la placa que acompaña el busto de Rivadavia. Una maestra y alumnos sumaron una ofrenda de laureles en su memoria.
La ceremonia también incluyó una parte artística con una danza folclórica y el canto del ‘Pajarillo’ por parte de los alumnos. Al final, el director agradeció a las autoridades y convocó a todos a reflexionar sobre la figura del homenajeado.
Bernardino Rivadavia, nacido el 20 de mayo de 1780 en Buenos Aires, fue un visionario que dedicó su vida al servicio de la Nación. Su labor como ministro y presidente fue crucial para la consolidación del país en sus primeros años de independencia. Rivadavia promovió la educación, la cultura y las ciencias y su influencia se extiende hasta hoy.
En homenaje, el escultor Nicolás Antonio de San Luis realizó una escultura de su imagen en 1946, la cual fue inicialmente inaugurada frente a la cancha Colón, en la esquina de avenida España y Rivadavia donde permaneció durante 10 años. Luego de una demolición del edificio fue trasladada desde su lugar inicial a la esquina noreste de Plaza Independencia, frente a la ex Casa de Gobierno y posteriormente removida y llevada a la esquina sudeste de la misma plaza.
Siguiendo su viaje, en 1970 se decidió trasladarlo otra vez, a las obras recién terminadas del Paseo del Padre. En este lugar lograría finalmente permanecer más de cuarenta años, hasta que, en septiembre de 2013, con los trabajos de remodelación en ese sector de la ciudad, debió levantar sus placas y el pedestal para buscar un mejor destino.
Conocido como ‘la efigie errante’, este busto ha recorrido la ciudad por más de 70 años. Este 3 de septiembre, la escuela abrió sus puertas para darle un sitio de honor, un lugar privilegiado: “Nos sentimos orgullosos de albergar este patrimonio histórico, que simboliza no solo la figura de Rivadavia, sino también el carácter itinerante de su legado a lo largo del tiempo. Será el guardián de nuestra escuela, quien dará la bienvenida a cientos de estudiantes que harán enaltecer su nombre”, mencionaron las autoridades.
No faltó el momento para que el Primer Mandatario, como es habitual, recorriera las aulas para charlar con los chicos, preguntarles qué están aprendiendo y dialogar con sus docentes.
