El camionero Héctor Romero, acusado del supuesto asesinato de María Cash, 13 años después de la desaparición de la diseñadora, fue beneficiado con prisión domiciliaria debido a que padece cáncer de próstata.
La medida fue tomada por la jueza federal Mariela Giménez, luego de una presentación de la defensa del imputado, de 71 años, sobre su delicado estado de salud. El fiscal Eduardo Villalba, que dirige la investigación que llevó a señalar al camionero como único sospechoso, se opuso al beneficio.
“El fiscal requirió que Romero sea sometido a una serie de estudios médicos que confirmaron la enfermedad, pero no había impedimentos para que continúe el tratamiento en prisión. Sin embargo, la jueza opinó diferente y le concedió el arresto domiciliario”, detallaron fuentes del caso.
En tanto, el fiscal aguarda que Giménez resuelva el pedido de nuevos rastrillajes en tramos de las rutas 9, 34 y 16 y la inspección ocular junto al camionero en el santuario de la Difunta Correa, en el paraje Palomitas, el lugar donde aseguró que dejó a María el 8 de julio de 2011, luego de subirla a su camión mientras hacía dedo en la rotonda de Torzalito, en General Güemes.
Romero fue detenido la semana pasada por agentes de Gendarmería y la PFA, luego de que el Cuerpo de Investigadores Fiscal realizara un minucioso análisis de la causa, foja por foja. Al descartar todas las hipótesis, volvieron al punto cero donde se había perdido el rastro de la diseñadora.
Los detectives notaron contradicciones e inconsistencias en las declaraciones del por entonces testigo y resolvieron profundizar sobre sus movimientos. A raíz de un análisis de impactos de antena, descubrieron cambios en los patrones del camionero el día de la desaparición. A raíz de las sospechas, este año, pidieron la intervención telefónica de su línea y la de su entorno.
Las comunicaciones se convirtieron en otra evidencia contra el imputado y acrecentaron las sospechas de connivencia en torno a sus allegados.
Villalba concluyó que “Romero la levantó (a María Cash) con la intención de abordarla sexualmente, pues lo hizo desde un lugar dificultoso para estacionar un camión de la envergadura que manejaba en ese momento, y de ahí, hasta el lugar a donde iba, J.V. González, cometió el delito, e hizo desaparecer el cuerpo”, tal como se desprende del dictamen que presentó ante la jueza para pedir su indagatoria.
“Nuestra esperanza es darle una respuesta a la familia y que se quiebre el pacto de silencio que se vio fortalecido por las falsas denuncias, voluntaria e involuntarias, que llevaron a la búsqueda rápidamente en un sentido erróneo”, dijo el funcionario judicial este martes en diálogo con Fiscales, el sitio del Ministerio Público.
En cuanto al camionero, Villalba aseguró: “Creemos que dio una declaración mentirosa, inexacta y, en todo momento, trató de aferrarse a las declaraciones de personas que ya nosotros tenemos comprobado que desviaron la investigación. Por supuesto que negó ser el autor del hecho, pero claramente se comporta como un culpable”.
