El test de alcoholemia que le practicó la policía al motociclista arrojó que el conductor tenía 0,26 gramos de alcohol en sangre, cuando el máximo permitido es de 0,2.
En la reconstrucción del hecho la Fiscal de Instrucción N° 1, María Eugenia Zabala Chacur, dijo que el joven conducía una motocicleta Honda de 150 centímetro cúbicos cuando embistió a la niña que jugaba con otros niños en la vereda.
Zabala Chacur, imputó al hombre por el delito de lesiones graves culposas en el marco de un accidente de tránsito pero aclaró que se trata de una imputación provisoria, ya que podría modificarse en función de la evolución del estado de salud de la víctima. “Actualmente la niña se encuentra en terapia intensiva y no ha recuperado la consciencia”, dijo la funcionaria del Ministerio Público Fiscal.
El acusado continuará el proceso en libertad pero deberá cumplir con las pautas de conducta impuestas por el juez. Resta que la Fiscalía produzca otras evidencias, como por ejemplo una pericia accidentológica, que estará a cargo del Departamento de Delitos Complejos.
El conductor estuvo representado por los abogados María de los Ángeles De Pasquale y Alfredo García Garro. De Pasquale dijo que la calificación legal fue oportuna y puntualizó que fue imposible que su defendido escuchara el bullicio de los niños ya que circulaba con casco. Por su parte, Garro expresó que su defendido es un joven trabajador y que auxilió a la niña cuando se produjo el accidente.
