El presidente Alberto Fernández, decretó este viernes la intervención del partido en Jujuy a fin de desplazar a a quienes votaron a favor de la introducción de modificaciones a la Constitución jujeña.
En calidad de titular del Consejo Nacional Federal del justicialismo a nivel nacional, el primer mandatario molesto con su propio partido por haber apoyado a la oposición desplazó a la cúpula justicialista jujeña y nombró como autoridades provisorias al exintendente de Merlo Gustavo Menéndez y al ministro de Seguridad Aníbal Fernández.
Fernández afirmó a medios nacionales que no tenía dudas que las autoridades del partido a nivel provincial «comulgan con un pensamiento totalmente ajeno a los principios y doctrinas que fundan el pensamiento justicialista y contradicen el espíritu y la letra» de la Constitución nacional a partir del apoyo parlamentario por parte del peronismo jujeño a la reforma constitucional impulsada por el gobernador Gerardo Morales.
Según Fernández, los legisladores del PJ de Jujuy, votaron favorablemente a la introducción de modificaciones en la Constitución provincial, avasallando y restringiendo derechos fundamentales, sin haber pedido permiso a su partido a nivel nacional.
La medida otorga a los interventores «todas las facultades inherentes a todos los órganos partidarios» a fin de «normalizar» al PJ jujeño en 360 días. Además, solicita a Menéndez y a Fernández un «amplio informe» de situación. Desde la aprobación de las modificaciones a la Carta Magna jujeña, kirchneristas, grupos de izquierda aliados a Milagros salas, así como algunos gremios cercanos al kirchnerismo intentaron por la fuerza torcer la votación generando destrozos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad desea provincia.