La Dirección de Infraestructura del Ministerio de Seguridad realizó inspecciones en la comisaría de San Francisco del Monte de Oro y en la subcomisaria de Cortaderas y se encontró con muchas falencias edilicias y la posible comisión de delitos basados en la falta de obras a pesar de haber contado con el dinero para hacerlas.
En los dos casos el Ministerio de Seguridad ya hizo presentaciones en la Justicia porque ambas sedes policiales recibieron fondos rotativos para la realización de mejoras que no están hechas.
En Cortaderas, el estado general es de malas condiciones para el desarrollo de las actividades relacionadas con el trabajo diario. Se detectó falta de mantenimiento y soluciones precarias para todas las instalaciones, tanto eléctrica, como sanitaria, cloacal y pluvial. Las instalaciones contra incendios no tienen ningún desarrollo del plan de evacuación ni medios de extinción.
Como conclusión, los inspectores detallaron que “el edificio se encuentra en graves condiciones de habitabilidad. Se debe rever cada instalación, ya que todas, desde su nulo mantenimiento, comprometen su uso. Los problemas de humedad y las filtraciones son en casos puntuales, pero la falta de soluciones afecta muros, losas y revestimientos”.
En cuanto a la instalación eléctrica, solicitaron una revisión completa para retirar el cableado y los artefactos obsoletos. También plantearon el cambio de los artefactos completos (lámpara y luminaria) ya que los existentes no son los que mejor hacen una distribución de la luz artificial, generando espacios oscuros.
Hay un grave problema con la instalación contra incendios. “Se sugiere presentar el programa de evacuación y medios de extinción de acuerdo al edificio general”, dice el informe, que finaliza asegurando que “nunca se generó mantenimiento del edificio por tal motivo es el deterioro remarcado”.
En San Francisco, el edificio está en malas condiciones generales, y al igual que en Cortaderas “falta mantenimiento y hay soluciones precarias para todas las instalaciones: eléctrica, sanitaria, cloacal y pluvial”. Tampoco hay una adecuada instalación contra incendios, ni plan de evacuación, ni medios de extinción.
“El edificio es antiguo, por eso encontramos adaptaciones para dar respuesta a la falta de espacios. La galería fue cerrada, por lo tanto, los calabozos que antes daban al patio hoy quedan dentro del comedor. A raíz de esto, el único aire que hay en el destacamento tiene su desagote hacia el comedor. Hay un techo provisorio ejecutado por el mismo personal de policía, al igual que los vestuarios; pero la falta de materiales por no poder cubrir ellos mismos el gasto con sus fondos personales, ha provocado obras inconclusas, con locales inutilizables convertidos en depósitos de basura. La tarea que debe desarrollar personal policial es constantemente interrumpida y cada día todo el edificio se convierte en un lugar inapropiado para albergar el destacamento y jefatura”, concluye el escrito.
