Los legisladores oficialistas designaron el día de ayer al contador General de la Provincia, Daniel Marone en el Tribunal de Cuentas pese a que ese cargo le corresponde por ley a la minoría. Es decir una vez más los legisladores oficialistas hicieron la “interpretación de la norma” que más se adecúa a los intereses del gobernador.
La maniobra oficialista fue ejecutada por Mario Alume Nasif, diputado satélite electo por el kirchnerismo que tiene un bloque unipersonal, pero en los hechos forma parte del bloque oficialista.
Sin inmutarse leyó el currículum de Marone y mocionó su designación.
A continuación el bloque Unión por la Patria votó al funcionario despojando a Unidos por San Luis del cargo para el cual había nominado al contador público, Néstor Ordoñez.
El poggismo denunció que se trata de “una maniobra fraudulenta y estafadora para con el pueblo de San Luis” y se levantó del recinto para no convalidar la decisión. El presidente del bloque, Gastón Hissa anunció que judicializarán el nombramiento de Marone.
Hissa aseveró que se trata de “otra jugarreta para poder cobijar a los 2000 funcionarios, ya no saben donde pero los están encontrando a los lugares”.
Minutos antes Unidos por San Luis había ratificado su vocación de que actúa “apegado a derecho” votando a favor la designación por la mayoría de la actual secretaria de Finanzas, Cecilia Badaloni en el Tribunal de Cuentas. Antes de retirarse también del recinto, el diputado Luis Lucero Guillet manifestó el rechazo del bloque de la Unión Cívica Radical.
