La entrega de diplomas del Plan de Inclusión Educativa (PIE) siempre será un acto de reparación con la sociedad. Esta vez fue en Villa Mercedes, y lo encabezó el gobernador Claudio Poggi, acompañado por el intendente Maximiliano Frontera, el rector de la Universidad de La Punta, Luis Quintas, la secretaria Académica, Lorena Baigorria, y el ministro de Educación, Guillermo Araujo, entre otras autoridades y legisladores locales y provinciales, como así también las familias de los flamantes egresados.
Más de 150 analíticos estaban a disposición, la mayoría de los cuales fueron entregados durante el acto, mientras que las personas que no pudieron asistir, tienen la seguridad de que podrán retirarlos en cualquier momento.
El PIE fue implementado durante el primer gobierno de Poggi (2011 – 2015), con el objetivo de permitir a aquellos sanluiseños que no habían completado sus estudios primarios o secundarios la oportunidad que pudieran hacerlo. Aunque cientos de personas lograron finalizar esa materia pendiente de sus vidas, la administración anterior nunca les entregó los títulos correspondientes, dejando a muchos sin la posibilidad de acreditar su formación.
En su discurso, el gobernador Poggi recordó con tristeza el malestar que esto generó en los beneficiarios del programa. “Después de mi mandato en 2015, me encontraba con muchos de ustedes en las calles y me decían: ‘no tengo el título, no puedo seguir estudiando o mejorar mi situación laboral’. La impotencia que uno sentía era enorme”, expresó el Mandatario.
“Ustedes hace ya diez años asumieron los desafíos terminar la Primaria o la Secundaria, que por alguna razón de la vida no lo pudieron concluir y el plan el plan PIE les dio esa posibilidad, que tenía como final, además de todo el proceso de aprendizaje, el título”, comentó el Gobernador, y añadió: “Es fruto del esfuerzo, la perseverancia y la constancia de cada uno de ustedes”.
Poggi también denunció lo que consideró una “perversa decisión” de la gestión anterior de no entregar los certificados a quienes se los habían ganado. “Estos títulos estaban listos, algunos desde 2017, pero nunca se los dieron. Y el título vale mucho: es un pasaporte a mejores oportunidades, a continuar una carrera, o a acceder a un mejor trabajo”, concluyó.
El acto cerró con la entrega de los ansiados diplomas, que representaron no solo un reconocimiento a los esfuerzos de los graduados, sino también una reparación a un largo período de injusticia y espera.
“Es una alegría al alma”, expresó Miriam Arce tras recibir su título. Contó que, con mucho esfuerzo, tomó la decisión de terminar el secundario para presentar el logro orgullosamente a sus seis hijos. “”Fui tres veces a que me lo entreguen, con toda la fe, pero siempre me ponían una excusa”, recordó, y por eso mostró un agradecimiento especial a esta gestión de Gobierno que le posibilitó acceder al analítico.
De la misma manera, Natalia Ciallela destacó que “es una emoción recibirlo después de tanto tiempo, un verdadero orgullo”. La mujer tiene 44 años y tuvo hijos desde una temprana edad, motivo por el cual tuvo que abandonar el secundario cuando era más joven. “Ellos ahora también me dicen que están contentos por mi, no importa cuánto tiempo pasó, yo quería tener mi título”, manifestó.
Al igual que sus compañeras, Mónica Escobar atravesó varios episodios de frustración y desgano por no recibir respuestas de la administración anterior sobre el paradero de su certificado. “Siempre llamaba, mandaba a preguntar, pero me decían que no estaba. Cuando recibí el mensaje diciendo que finalmente me lo iban a entregar fue una felicidad muy grande. Siempre soñé con algún día poder terminar el secundario y hoy siento que cierro una etapa importante de mi vida”, resaltó.